Consejos para reducir la fatiga visual
Es posible que tengas fatiga visual si te pican, te molestan o te lloran los ojos después de pasar un rato delante del ordenador. Veamos unos consejos para ayudar a reducir la fatiga visual.
Qué es la fatiga visual
Es la consecuencia de haber exigido demasiado a nuestros ojos. La fatiga visual aparece después de haber realizado un esfuerzo acomodativo excesivo. Cuando enfocamos de cerca, la musculatura del ojo tiene que hacer un esfuerzo acomodativo mayor que al enfocar de lejos. Po eso, al estar mucho rato leyendo o mirando una pantalla, esta musculatura manifiesta cansancio. También aparece cuando hay que realizar una actividad que exige esfuerzos acomodativos constantes, como al conducir, o en condiciones de mucha o poca luz, en que los ojos tienen que hacer mayor esfuerzo al enfocar.
La fatiga visual es más frecuente tras la aparición de la presbicia o vista cansada.
Síntomas
Los síntomas de la fatiga visual son variados, pero, en líneas generales, si padeces fatiga visual sientes:
- Molestias en los ojos: calor, picores, hinchazón, sensación de arenilla o pinchazo. Son sensaciones externas que se manifiestan en enrojecimiento de los ojos como consecuencia de haberlos frotado para aliviar el malestar. Estas molestias pueden localizarse en los ojos pero también en el contorno, el puente nasal o la cuenca del ojo.
- Dolores de cabeza, como consecuencia del esfuerzo acomodativo. Se localizan en la zona de los ojos o la frente.
- Hinchazón leve y enrojecimiento, que suele venir acompañada de lagrimeo.
- Visión borrosa. No es frecuente, pero pueden percibirse las imágenes con menos nitidez, algo que desaparece si se interrumpe la actividad y se descansa.
Reducir la fatiga visual
- Visita a tu profesional del cuidado de la visión: Hazte un examen ocular anual, para comprobar tu visión y también tu salud visual.
- Saca el máximo rendimiento a tu visión: Asegúrate de que tus gafas y/o lentillas tienen la graduación actualizada y son apropiadas para la distancia de trabajo.
- Parpadea con frecuencia: al centrar la visión en una pantalla, parpadeamos con memos frecuencia y realizamos un número mayor de parpadeos incompletos. Asegúrate de que continúas parpadeando.
- Comprueba la humedad del ojo: Puedes notar sequedad en la lágrima o en la piel que rodea al ojo. Evita corrientes de aire o habitaciones con exceso de calefacción. Hidrátate y, si es necesario, utiliza lágrimas artificiales.
- Cambia el enfoque: Sigue una sencilla regla: 20-20-20 Enfoca de lejos (a 20 pies o un mínimo de 6 metros) durante 20 segundos, cada 20 minutos.
- Cambia de actividad: Realiza descansos regulares y aprovéchalos para moverte. Son mejores los descansos cortos y frecuentes que los largos e infrecuentes.
- Ajusta las luces: Para minimizar brillos y reflejos evita la iluminación muy fuerte o la luz del sol muy brillante. Usa cortinas o persianas y siéntate en el lado correcto de la ventana.
- Ajusta la pantalla: Asegúrate de que la pantalla está limpia, y el brillo y contraste ajustado de forma óptima, que el tamaño del texto sea lo suficientemente grande como para poder leerlo fácilmente.
Si ya ha aparecido la fatiga visual, si los ojos te pican e incluso estás lagrimeando:
- Proporciónales oscuridad total: Puedes hacerlo tamponado tus ojos con el hueco de las manos durante un rato. Al terminar, aparta las manos y abre los ojos lentamente, para que no te moleste la luz.
- Aplícales frío: Túmbate y ponte una máscara de frío (que puedes calentar con las manos si está a muy baja temperatura) y mantén los ojos cerrados durante unos 10-20 minutos.
- Dales un suave masaje: Aplícate contorno de ojos y pasa los dedos haciendo círculos por los párpados cerrados y el contorno de los ojos.
También puede aliviar las molestias producidas por la fatiga visual ejercer presiones ligeras por la zona de las ojeras, las cejas y las comisuras de los ojos.
En los últimos años en que el mundo digital se ha integrado en nuestra vida diaria, aparecen estos nuevos problemas de visión, como el Síndrome Visual Informático, que produce fatiga ocular, ojo seco, picor, dolor de espalda y cuello y visión borrosa. La luz de las pantallas y la luz LED emiten gran cantidad de rayos azul-violeta, que dañan las células de la mácula, lo que aumenta el riesgo de padecer DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad), una de las principales causas de ceguera en el mundo, así como fatiga y estrés visual.
