En el mes de septiembre, después del verano, vuelve a comenzar la actividad habitual y la rutina propia de los meses de otoño e invierno. Retomamos el contacto con los compañeros, volvemos al trabajo y los estudiantes (niños y jóvenes) comienzan las clases de un nuevo curso.

En el mes de septiembre se pone en marcha de nuevo la maquinaria que, durante las vacaciones estivales, en muchos lugares y para muchas personas, ha funcionado a ralentí. Hasta coger velocidad de crucero, llega un tiempo de preparación física y mental.

Y es que, en muchas ocasiones, nos cuesta retomar la actividad, afrontar los compromisos laborales y seguir unos horarios más estrictos. De hecho, no son pocas las personas que reniegan del mes de septiembre y sufren lo que se conoce como estrés postvacacional.

Preparados para el Otoño

La mejor manera de evitar esa sensación de tristeza o hastío es prepararse para afrontar nuevos retos y buscar actividades que sean de nuestro interés. Por otra parte, contar con una buena salud es fundamental para sentirse bien y poder disfrutar de la vida.

La salud auditiva es muy importante ya que una buena audición nos mantiene en contacto con otras personas y con el mundo que nos rodea. Una mala comunicación provoca sensación de incomprensión, enfado y tristeza. Y es que las personas somos seres sociales y necesitamos el contacto con otras personas.

Los niños que no oyen bien tienen problemas para aprender y para relacionarse. A muchos les cuesta manifestar que se pierden las explicaciones porque no logran entender al profesor. El fracaso escolar está detrás de muchos casos de estudiantes con problemas de audición. Si un niño no hace caso al ser llamado o ve la televisión a un volumen elevado, puede ser una pista de que algo no funciona bien.

En verano, los baños en la piscina o en el mar, y un exceso de decibelios pueden afectar a la audición. Los jóvenes pasan horas escuchando música con sus auriculares. El problema es que no siempre lo hacen al volumen adecuado.

Por supuesto, no sólo los niños y los jóvenes pueden desarrollar problemas auditivos. Según vamos cumpliendo años, vamos perdiendo audición. Es lo que se conoce como presbiacusia. En ocasiones, volver a la rutina, después del verano, hace que la pérdida auditiva se haga más evidente.

Revisiones Auditivas

Ante cualquier sospecha de pérdida o de problema auditivo es imprescindible acudir al especialista para conocer el estado de la audición. A través de una audiometría, que es una prueba indolora y no invasiva que se puede realizar en un centro de salud auditiva, el profesional puede obtener una información del estado general de la audición de la persona.

Tanto niños como jóvenes y personas adultas pueden someterse a una audiometría para conocer su capacidad auditiva.

La mejor manera de poner solución a los problemas de audición, es detectarlos cuanto antes para evitar que vayan a más.

Disponer de una buena salud auditiva es la mejor manera de afrontar el final del verano y el inicio de una nueva estación.