Es tiempo de piscinas, de disfrutar del agua en estos días de descanso, sobre todos los más pequeños, que pueden permanecer jugando en el agua durante horas sin cansarse.

En los últimos años han proliferado las piscinas de agua salada. Estas piscinas utilizan cloradores salinos para desinfectar el agua, evitando así el uso del cloro. Sin embargo, todavía son muchas las piscinas que utilizan cloro para desinfectar el agua. El cloro es una sustancia química que puede resultar agresiva si no se utiliza con precaución y en los niveles adecuados.

El problema del cloro en el agua es que, cuando se mezcla con otras sustancias como sudor, saliva u orina, genera cloramina. Y esta sustancia es la que puede provocar daño en los ojos. Cuando el nivel de cloramina es alto, las mucosas de los ojos se ven afectadas. La conjuntivitis es la irritación de los vasos sanguíneos de la conjuntiva por los que estos se vuelven de un color rojizo.

Conjuntivitis por Virus

También podemos desarrollar conjuntivitis tras bañarnos en una piscina como consecuencia de un virus. La mayoría de las conjuntivitis víricas son infecciones muy contagiosas causadas por adenovirus o enterovirus. El contagio entre personas se produce con facilidad en el entorno acuático por lo que es habitual que varios miembros de la misma familia o los amigos de un mismo grupo resulten infectados a la vez.

Las personas que sufren este tipo de conjuntivitis suelen reportar fotofobia, irritación y la sensación de tener un cuerpo extraño dentro del ojo.

Colirio y Compresas Frías

La mejor manera de tratar la conjuntivitis producida por la cloramina es utilizar un colirio que limpie la conjuntiva para que esta pueda ir recuperando su aspecto normal.

En el caso de las conjuntivitis víricas, el tratamiento pasa por la aplicación de compresas frías y el lavado continuo de los ojos extremando las precauciones para evitar la propagación. Suele ser preciso acudir al médico para que valore el alcance de la infección.

La mejor manera de proteger los ojos en la piscina es utilizando gafas de buceo. Las gafas deben ajustarse perfectamente para evitar que entre agua. También es recomendable lavar los ojos con agua abundante al salir de la piscina.