El pasado fin de semana, 13 y 14 de Mayo, se celebró el OPTOM Meeting Barcelona, un congreso organizado conjuntamente por el Consejo General de Colegios de Ópticos Optometristas (CGCOO) y la European Academy of Optometry and Optics (EAOO).

El congreso reunió a los principales actores claves del sector de más de 30 países para discutir y compartir las últimas investigaciones, proyectos educativos y avances en la práctica clínica de la optometría, la óptica oftálmica, y las ciencias de la visión.

El congreso se ha centrado en un tema concreto: “Visión y nuevas tecnologías”, que se ha abordado desde 2 puntos de vista:

  1. El impacto de las nuevas tecnologías en la visión.
  2. Los beneficios derivados de las nuevas tecnologías para el diagnóstico y tratamiento.

Un programa científico que ha podido acercar a los asistentes información para aplicar en la práctica diaria o utilizar en el desarrollo de su carrera profesional. Estructurado en conferencias y presentaciones breves, talleres de habilidades, grupos de interés y networking, ha albergado a más de 750 especialistas.

Una parte fundamental de este congreso ha sido los avances tecnológicos y su impacto sobre el sistema visual, tanto en la manera en que su uso afecta a la visión como en la forma en que su uso puede contribuir al tratamiento y detección de síntomas derivados de ello.

Actualmente se ha incrementado el número de pacientes que acuden a ópticas con síntomas de fatiga visual, visión doble, sequedad ocular, picores, aumento del parpadeo, dificultad para enfocar, náuseas, vértigo, dolores de cabeza e incluso ansiedad debidos al uso abusivo de dispositivos electrónicos como móviles, tabletas, ordenadores o consolas. Esto está provocando un aumento significativo de las alteraciones visuales que afecta al a visión binocular de niños y adultos.

Un informe del Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral de los Estados Unidos ha revelado que el 90% de las personas que utilizan estos dispositivos durante más de 3 horas al día desarrollarán el síndrome de fatiga visual. Una daño que es todavía mayor en los más jóvenes. Se estima que en 2020 más del 30% de niños y adolescentes serán miopes por el abuso de estas tecnologías.

Desde Federópticos Lukus, al igual que otros ópticos-optometristas, no nos cansamos de advertir que el abuso del móvil, la tablet o la consola, así como el visionado de películas 3D y las nuevas tecnologías de realidad virtual, puede generar problemas como dolores de cabeza o mareos y perjudicar la visión de los niños, especialmente los menores de 6 años, cuyo sistema visual todavía se está desarrollando.

Pruebas obtenidas en diferentes experimentos han mostrado que las longitudes de onda del componente azul del espectro electromagnético, la que conocemos como «luz azul» y que emiten estos dispositivos móviles, pueden provocar daños en la retina. Los expertos también alertan de que la exposición acumulativa a la luz azul pueden contribuir al desarrollo de la degeneración macollar asociada a la edad (DMAE).

Uno de los ponentes del congreso, John G. Lawrenson, miembro del Colegio de Optometristas y catedrático de Ciencias Clínicas Visuales de la City University de Londres advierte:

“La exposición de los ojos a la luz azul-violeta ha aumentado de forma increíble en los últimos años debido al incremento de dispositivos tecnológicos móviles y la multiplicación de luces LED en los últimos años. Según diferentes estudios, un usuario habitual de Smartphones mira su teléfono móvil unas 150 veces al día. A esto hay que añadirle las miradas a la pantalla del ordenador, a la televisión, a la tableta… Además, estos dispositivos se usan en distancias cortas, muy cerca de los ojos, lo que aumenta el grado de exposición”.

Los dispositivos, por si mismos, no dañan la visión ni la salud ocular, pero su uso supone una tensión importante para el sistema visual, que tiene que adaptarse. Otro de los conferenciantes del congreso y catedrático de Optometría de la Universidad de Montreal, Peter Alan Howarth, destaca que:

 “Limitar el uso de las tabletas y los dispositivos electrónicos antes de los tres años es fundamental y, además, es necesario adaptar nuestras aulas a la demanda visual en evolución mediante el uso de pizarras inteligentes u ordenadores. También un incremento de la iluminación exterior podría ser útil”

La prevención y mejor uso de estos avances tecnológicos, a través de casos clínicos reales analizados por ópticos optometristas y las propuestas de técnicas idóneas para detectar estas disfunciones, han sido protagonistas en los debates de congreso Optom Meeting Barcelona 2017.

Fuente: Revista Lookvisión