Detectar si un bebé ve mal
Seguro que ya has visto este vídeo en el que Leo ve por primera vez a su madre, tras colocarle unas lentes especiales. Y es que a veces es complicado detectar si un bebé ve mal, sobre todo, porque en los primeros meses todavía están desarrollando su sistema visual y adaptándose a la claridad y las tonalidades de su nuevo entorno. Tienen que entrenar su visión hasta llegar a su completo desarrollo.
De forma muy resumida, el bebé recién nacido, tiene una visión borrosa y en blanco y negro. A partir de los 3 ó 4 meses empieza a distinguir caras y poco a poco va captando los diferentes colores y entre los 6-10 meses, comienza el desarrollo de la visión binocular, empieza a enfocar y desarrolla la visión periférica. Puedes verlo de forma más detallada en este vídeo de guíainfantil.com
A los recién nacidos se les realiza una prueba de revisión ocular, pero no hay más tests con los que se pueda comprobar el correcto desarrollo de la visión, por lo que son los padres quienes deben estar atentos a cualquier indicio de un posible problema.
Síntomas de problemas de visión en el bebé
Los padres deben observar periódicamente desde el nacimiento y durante las distintas etapas del desarrollo cómo va evolucionando la visión del bebé. Te mostramos algunos síntomas de un problema de visión en los bebés:
– No enfoca la mirada y no sigue los rostros de sus padres con los ojos.
– Los iris y pupilas de los ojos están mal alineados (estrabismo).
– Hace movimientos extraños con los ojos, le molesta mucho la luz.
– Tiene un párpado caído o le tiemblan los ojos.
– Las pupilas están raras: tienen distinto tamaño, son opacas o tienen nubosidad.
– Se frota los ojos con la mano continuamente.
Si se ha detectado alguno de estos síntomas es recomendable pedir cita con el pediatra, para que considere derivar la consulta a un oftalmólogo.
Principales problemas oculares en el bebé
– Infecciones: Algunos recién nacidos pueden desarrollar conjuntivitis. Aunque hay varios tipos de conjuntivitis, tienen síntomas comunes: párpados y conjuntiva inflamada, abundantes legañas, lagrimeo, ojos rojos, hinchados y un poco pegajosos…
–Conductos lagrimales obstruidos o estenosis de los lagrimales: Algunos bebés nacen con el conducto del que brotan las lágrimas obstruido y puede tardar semanas o meses en abrirse. Mientras, las lágrimas no drenan correctamente, por lo que la superficie del ojo se limpia mal. Se pueden producir secreciones en los ojos, que quedan pegajosos. Suele ser suficiente con masajear la zona suavemente para que se desobstruya el lagrimal .
– Cataratas: algunos recién nacidos pueden nacer con este problema ocular. Es algo raro, pero pueden nacer con una nubosidad o zona opaca en el cristalino. Se detectan en el primer examen realizado por el pediatra. Algunas son pequeñas y no causan síntoma alguno. Pero otras puede provocar problemas visuales que incluso requieran cirugía.
–Estrabismo: un ojo puede estar volteado hacia adentro, esotopia (bizco), o puede estar virado hacia afuera, exotropia (ojos divergentes). Existen muchas formas de estrabismo. El alineamiento del ojo no es fijo al nacer, ya que los bebés no enfocan fijamente y puede producirse lo que se denomina estrabismo del recién nacido. Hacia los 4 meses, deberían estar rectos mirando en la misma dirección. Un estrabismo no tratado puede producir ambliopía.
–Ambliopía u ojo vago. Supone la pérdida de la visión en un ojo aparentemente sano. Se usa más un ojo que el otro, que perderá visión por su falta de uso. Sus síntomas no son fáciles de detectar. Debe ser tratado por el oftalmólogo antes de que se desarrolle completamente la visión, estimulando el uso de este ojo vago.
–Ptosis o párpado caído. En algunos niños, el músculo que levanta el párpado superior falla en su desarrollo apropiado en uno o ambos ojos. Se debilita, por lo que el párpado cuelga, cubriendo la mitad del ojo. A veces la ptosis puede derivar en ambliopía. En los casos leves se puede realizar una cirugía para mejorar la apariencia del párpado, en los casos más graves, se recurre a la cirugía para corregir la interferencia con la visión.
–Retinopatía de prematuros: algunos bebés prematuros desarrollan de forma anormal los vasos sanguíneos que suplen a la retina y pueden dañar el interior del ojo. La retinopatía de prematuros se detecta con un examen oftálmico en las primeras semanas de vida y si la enfermedad avanza, el ojo debe tratarse para prevenir ceguera.
–Desatención visual. Si el bebé tiene una visión desatenta conforme avanzan las semanas, esto podría ser signo de una enfermedad del ojo. Hasta las 6-8 semanas no empiezan a poner atención en los estímulos visuales, pero si se detecta esta desatención después de los 3 meses, habría que hacer un examen completo del ojo para evitar problemas más graves.
Foto de Roberto Taddeo
